Pasemos al Acuerdo número tres de
Los Cuatro Acuerdos
de Don Miguel Ruiz.
No Hagas Suposiciones:
*Encuentra la valentía necesaria para preguntar y expresar lo que realmente quieres.
*Comunícate con los demás tan claramente como puedas a fin de evitar malentendidos, tristeza y dramas.
*Sólo con este acuerdo transformarás ty vida por completo.
Antes de suponer, pregunta.
Muchas veces no preguntamos por miedo a ser juzgados o criticados por simplemente no saber.
Ten el valor de preguntar. Hacer suposiciones es un hábito que puede ser destructivo y estresante. Las suposiciones pueden destruir una relación. Es falta de comunicación clara.
Una suposición es una conjetura o una especulación. Es algo que uno rápidamente se imagina según a las creencias y percepciones establecidas en el subconsciente. En otras palabras una suposición es una mala interpretación o un malentendido.
Es así como entonces fácilmente sacamos conclusiones apresuradas, e inconscientemente inventamos una historia, la creemos, y antes de que nos demos cuenta, estamos en medio de algún tipo de drama que está causando sufrimiento a todos los involucrados.
La mente tiene la increíble capacidad de inventar historias, y nos dejamos arrastrar por ellas, creyendo que son verdad.
La mente es capaz de fabricar tragedias o victorias. Una suposición es una una idea equivocada, ya sea buena o mala.
En el momento en que empiezas a hacer suposiciones, sales del momento presente y vives tu vida desde el “qué pasaría si” y desde un lugar de miedo, preocupación y estrés.
Cada vez que creemos en una suposición, dejamos de estar en el presente.
Las suposiciones se basan en el miedo y la necesidad de saber. En el momento en que fabricamos una historia a partir de nuestra necesidad de controlar el resultado, empezamos a sentir estrés y nuestro cuerpo se tensa.
Cuando aparecen las suposiciones, los escenarios y las conversaciones empiezan a reproducirse en tu mente. Esos sentimientos de incomodidad y angustia son tu señal. Has salido del presente y estás a punto de ser arrastrada por un torbellino de drama.
Es en ese momento que puedes elegir abrazar la incertidumbre. Entregarte a lo desconocido. Lo cierto es que la única certeza en la vida es la incertidumbre.
Elimina los pensamientos y doma la mente para que vuelvas al ahora. Se requiere práctica y valor. Permítete y ten la disposición de liberar las suposiciones y los apegos.
Es en el momento presente que nos mantenemos en nuestro poder.
No hacer suposiciones significa tener la integridad de decir la verdad y el valor de hacer preguntas. Es un compromiso contigo misma para actuar y hablar conscientemente.
¿Qué pasaría si supiéramos que todos actuamos con integridad y con buenas intenciones?
¿Cómo cambiaría eso la forma en que respondemos a la vida?
Nos empeñamos tanto en tener razón que renunciamos a la paz y la felicidad para demostrar la veracidad de nuestras posturas. Valoramos más tener razón que ser felices.
Este acuerdo me recuerda esta antigua historia taoísta que ilustra hermosamente lo fácil que puede ser vivir en el flujo del momento presente:
Había una vez un viejo granjero que había trabajado sus cultivos durante muchos años. Un día, su caballo se escapó. Sus vecinos vinieron a visitarlo.
“¡Qué mala suerte!”, dijeron con simpatía.
“Tal vez”, respondió el granjero.
A la mañana siguiente, el caballo regresó, trayendo consigo otros tres caballos salvajes.
“¡Qué maravilloso!”, exclamaron los vecinos.
“Tal vez”, respondió el anciano.
Al día siguiente, su hijo intentó montar uno de los caballos salvajes, fue derribado y se rompió una pierna. Los vecinos volvieron a ofrecerle su pésame por su desgracia.
“¡Qué tragedia!”, gritaron.
“Tal vez”, respondió el granjero.
Al día siguiente, los oficiales militares llegaron al pueblo para reclutar jóvenes para el ejército. Al ver que la pierna del hijo estaba quebrada, lo pasaron de largo.
Los vecinos felicitaron al granjero: “¡Qué suerte tienes!”.
El granjero respondió: “Tal vez”.
El granjero se mantiene presente, en aceptación total y sin apegos de lo que ocurría en su experiencia. Sin conclusiones ni suposiciones.
Este breve cuento muestra cómo con facilidad y frecuencia hacemos suposiciones basadas en percepciones y creencias personales.
No hacer suposiciones no significa estar de acuerdo con todos. Simplemente significa que podemos elegir practicar vivir en aceptación y sin apego.
Toma más conciencia de tus pensamientos. Observa si estás reproduciendo una historia en tu mente, una suposición. Observa tu mente, tu cuerpo y cómo se siente.
Simplemente observa... sin juzgar. Pregúntate: ¿Es cierto esto?
¿Lista para soltar tu mente y liberarte? Programa tu sesión para empezar a vivir en alineación con tu ser.
In Lak'ech,
Blanca